Foto: Jorge Andrade Blanco
La actriz Alejandra Borrero será honrada con el Premio Víctor Nieto a Toda una Vida en la próxima entrega de los Premios India Catalina de la Industria Audiovisual. Esta distinción reconoce su amor, talento y constancia en su carrera de más de 30 años, en la que ha participado en más de 40 producciones, dedicándose a lo que le apasiona y luchando por sus creencias.
Alejandra Borrero comenzó su camino en el teatro en el colegio, donde su profesor de teatro Sandro Romero la inspiró a seguir esta carrera. A pesar de que en su casa nadie estaba relacionado con el arte escénico, ella siguió su corazón y participó en su primera obra de teatro en la Institución Sagrado Corazón en Cali, donde ganó el premio a mejor actriz. Esta experiencia la motivó a estudiar actuación, y décadas después continúa eligiendo la interpretación actoral en teatro, cine y televisión.
Durante sus cinco años en la Universidad del Valle, Alejandra tuvo la oportunidad de aprender de grandes maestros como Enrique Buenaventura, quien la ayudó a descubrir su verdadero potencial en la actuación. Después de graduarse, comenzó su carrera actoral en la película "Debajo de Las Estrellas" (1986), por la cual recibió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Bogotá en 1988. También participó en su primera novela, "Azúcar" (1989), dirigida por su amigo Carlos Mayolo, quien la formó en cine y actuación.
Además de su trabajo en la industria audiovisual, Alejandra ha dedicado gran parte de su vida a la gestión cultural y a la lucha por causas sociales importantes. En 2008, fundó Casa E, un centro cultural en Bogotá que ha llevado el teatro latinoamericano a nuevos niveles y ha roto paradigmas en la gestión cultural del país. Uno de sus proyectos más destacados ha sido la campaña social "Ni con el pétalo de una rosa", que aborda el tema de la violencia de género y ha tenido un gran impacto en la sociedad.
Una de sus obras teatrales más importantes es "Victus" (2016), en la que Alejandra creó un escenario para la reconciliación y el amor por Colombia. La obra se centró en la guerra en el país y contó con la participación de ex paramilitares, ex guerrilleros, militares retirados y víctimas. Este proyecto fue un proceso doloroso pero sanador que tuvo un gran impacto en la sociedad.
Al recibir el Premio Víctor Nieto, Alejandra siente el reconocimiento a muchos años de trabajo, sacrificio y amor por el arte de la actuación. Además, reconoce que este premio no solo honra su carrera artística, sino también su trabajo en el ámbito social y cultural en Colombia. La perseverancia y el amor por su trabajo hacen de Alejandra Borrero una figura inspiradora en la industria audiovisual y un modelo a seguir en la sociedad.
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